
La imagen espectral
que encandila:
aún no es transparencia.
Conserva su forma
doliente;
sus duras aristas.
La imagen
hoy rebota
en el espejo.
/el espejo la repele,
no quiere recibirla:
no está dispuesto
a sumergirla
en su agua sin tiempo/
La imagen
rebota
y reincide
en el intento
de fundirse
en la hondura
del espejo infinito.
Se lastima.
Pero mantiene firme
el propósito
de la transparencia.
Sabe que sólo
el último de los
golpes, será
el que termine
de disolver
todos sus bordes.
Hasta quitarle la
forma.
Hasta volverla
espejo.