Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

jueves, 9 de diciembre de 2010

ser impecable.-



Llegan las mareas de la mente como huracanes imperceptibles.
Como ladrones blancos que de todo se apoderan,
guardando en sus bolsillos cuanto esté "disponible":
a su alcance.
Es tan diminuta la línea divisoria. Tan pequeño el espacio
de resistencia. . . Basta un solo descuido, para perder el control.
Para caer al abismo, sin siquiera saber que estamos cayendo.
No hay tregua. Nunca la habrá. Es una lucha constante.
Segundo tras segundo. La demanda inacabable de un estado de alerta.
La única forma de ser libre: el caminar eternamente sobre la cuerda floja mientras hacemos malabares . . . Muchas veces perderemos los objetos de las manos.
Pero debemos procurar, nunca perder el camino.