Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

domingo, 21 de agosto de 2011

Iguales


PARTES IGUALES. Héctor Rolyn Pérez Jiménez.



Un eco de luz
abre el nuevo comienzo.

La ventana absoluta
e infinita.

Ya sabés.

Siempre hablamos de
lo mismo,
cuando la voz
es la de la conciencia.