Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

sábado, 11 de agosto de 2012

la verdadera naturaleza

Si los ojos en la materia :
la soledad implacable.
Si los ojos en el espíritu :
la soledad inexistente.

La muerte llega y crea
a su alrededor
una horda de formas
imaginarias.

No existen tales formas.
No existe tal ausencia.


Todos somos uno.

Eternamente.