Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

lunes, 29 de noviembre de 2010

.: cascada :.


“CASCADA”, Óleo sobre poema de 100 x 95 cms.
//Ojo con / la cascada // un eclipse,/ un tronco// La vía láctea.//
CLAUDIO RODRIGUEZ LANFRANCO






Un encuentro
ritual
de almas
que forman
una urdimbre
junto a
una trama
hecha de sonidos.

El cuerpo
se deforma
y se pierde.
La simpleza
cobra protagonismo
y resalta el
impulso germinal
desprovisto
de ropajes.

Lo esencial
inunda el aire.

Sólo se percibe
el latir
constante
de un todo
que palpita.
Que no divide.
Que es una
amalgama
de luces

y como
una cascada;
hace fluír
su racimo
de gotas
en un mismo
cauce.
Sin haber
empezado
nunca.
Sin tener
su fluír,
un final.