
A mi querida amiga Natalí . . .
¡Brindo por el intento!
En la panza,
el desgarro
de un lazo.
En el alma,
el aire
de la libertad.
La vida se mueve
y se oxigena
en cada movimiento.
Refuerza sus
colores.
Vibra velozmente.
Eleva su poder.
Los sentimientos
acompañan la marea
de los días . . .
y son como olas,
que van y vienen.
Hoy, mi amiga,
parte hacia
su destino;
y me embriaga
de alegría
el poder
de su intento.
Sin embargo,
mi panza ruge
de nostalgia...
Pero no es más que,
nuevamente,
otro brote
de nostálgica
alegría.