Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

viernes, 14 de enero de 2011

un nuevo rumbo





A mi querida amiga Natalí . . .
¡Brindo por el intento!





En la panza,
el desgarro
de un lazo.

En el alma,
el aire
de la libertad.

La vida se mueve
y se oxigena
en cada movimiento.
Refuerza sus
colores.
Vibra velozmente.
Eleva su poder.

Los sentimientos
acompañan la marea
de los días . . .
y son como olas,
que van y vienen.

Hoy, mi amiga,
parte hacia
su destino;
y me embriaga
de alegría
el poder
de su intento.

Sin embargo,
mi panza ruge
de nostalgia...

Pero no es más que,
nuevamente,
otro brote
de nostálgica
alegría.