Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

viernes, 23 de abril de 2010

3 micrOESpaciOs.-


PORTAL nro 3
-La calle recta.

Una cuadra
tiene
la calle
recta.

Previa subida,
se llega.
Y al llegar,
es equilibrio.
Es placer,
y consecuente
libertad.

No dura mucho
la calle recta,
solo una cuadra.

Un pequeño declive
la procede.
Y luego,
otra vez,
a pedalear. . .