
Emerge
ubicuo,
y llama:
Aúna.
Su sonido
polar,
de vibración
inaudible
permanece
por debajo.
Allí
el encuentro
es impostergable.
Inalterable.
Guarida.
Escudo.
Combustible.
Compañía.
Los aullidos
se encuentran
en un punto,
fusionando
los extremos
que lo emiten.
Punto unión
de un instinto,
que puede más
que cualquier
cosa.
Cuyo germen
es simple
pura e
inexplicable
supervivencia.