Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

miércoles, 21 de abril de 2010

cOnstante incONstancia.-



El sol
despierta,
ablandando
-con su luz-
las torres.

Se abre una
esfera
de silencio
-como una trampa
o un salvavidas-

y

una brisa,
recorre
sigilosa,
los bordes
de la escarcha.

Lo cotidiano
puede,
a veces,
volverse
muy extraño.

Como si ocultara
una risa
lejana,
fundida
en un trasfondo
de inquietud
irresoluta.

Como si la vida
fuera una pregunta
constante,
que canta perenne
su propia respuesta
inexistente.