Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.
.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.
Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.
-aquella que sin luz, no existiría-.
.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.
Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.
viernes, 30 de abril de 2010
el eJe eS esTAr deSNUdos.-
La vida es
pura entrega.
Es toda
caída.
Estamos siempre
parados ante la
intemperie
/Desnudez absoluta-
Vértigo a flor
de piel/.
Y cada día
/cada instante/
vestimos
esa desnudez
con un ropaje
distinto:
La camuflamos.
Pero es solo ropaje.
Las telas se
rasgan;
se desintegran.
Son pendulares,
inconstantes.
Crean superficies
desde su mutación,
desde su color,
su textura.
Lo único permanente
es la desnudez.
Lo único real
y objetivo.
Eterna apertura
la de estar
desnudos.
Vivir
es calar
el vacío.