Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

jueves, 10 de junio de 2010

marEas.-


Látigos de espuma
al aire.

Aire.
Aire dando
vueltas.

/Forcejeos/

aire en su traje
de
viento:
furioso.

y un torbellino
de arena
que arrasa con
todo centro.
Que lava el agua.
La destierra,
la desintegra.
La sacude
desde sus propias
entrañas.

Aquí no hay tregua
que valga.

Todas las lunas juntas
vierten sin reparos,
su influencia.

Todas las lunas juntas
en todo el agua.

Agua errática
e indómita.

Nada quedará luego.

Nada.
Tan solo
el germen,
nuevamente,
al descubierto.

Vulnerable.

Y
tal vez,
el vestigio
de la fuerza
que pueda
nuevamente
dar
origen

a la nueva
vida.