Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

viernes, 4 de junio de 2010

valiOsas peQueñeces.-



/Momentos
envueltos
en papel madera/

Una mariposa volando.

/Sensaciones
amenas, que
nos abrigan/

El mate de la mañana.

El sol de
una tarde transparente.

/Pequeños suspiros:
relajos,
bocanadas de gratitud,
entre la violencia
veloz y cotidiana.
Peligrosa violencia
que ya se hizo costumbre,
y nos habita
naturalizada./

Un grato recuerdo.
Una foto vieja.
Risas y cosquillas.
Olor a romero.
Los ñoquis de mi abuela.

Un abrazo de corazón.
La brisa en la cara.
El sol que nos alienta,
nos apaña,
nos alimenta,
nos trae el recuerdo
de la luz.
La constancia de la luz.
La luz verdadera.