El mantra
del aire
barre
las huellas
de ceniza.
Un suspiro
se evapora
en la intemperie
invernal.
Dos pasos.
Tres.
Y el olvido
se vuelve
tan solo
un recuerdo.
Allá en el horizonte
cruzan dos aves
sus vuelos
alternos.
Y la semilla
cae
sobre la tierra
virgen.
A lo lejos;
la pregunta
irresoluta
y motora
vuelve a pronunciarse;
y el canto
de los árboles
responde su
no respuesta.
Cierto vacío
comulga una cópula
germinadora.
cierto vacío
es la puerta
hacia la toda vida.
Hacia el todo
siempre fértil,
llenando su vacuidad
de Origen.