Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

martes, 28 de septiembre de 2010

mOmentos míNIMos I.-



LA TARDE. Proemio Nocturno.



Como maíz;
se desgranaban
dorados,
los últimos
hilos
de la tarde.


(Y en su desgranarse
Tejían una trama
de pequeñas burbujas;
que envolvían
tras su brillo,
el espíritu perfumado
de la nostalgia.)