Siguió rodando;hasta desnudarse por completo.
Hasta dejar en el camino,la útlima
de sus desguazadas vestiduras.
Siendo su piel,ahora también,
un lienzo gastado y transparente;
pidiendo un cambio a gritos.
Una renovación urgente.
Siguió rodando, hasta que el mismo girar,
la hizo cambiar de forma.
Le desvaneció los bordes,
le pulió las esquinas.
Le sacó brillo a sus durezas,
e iluminó con fuerza, sus costados más blandos.
Se deshizo como agua derramada sobre la tierra.
Y de la tierra misma, recobró su forma.
aunque una forma nueva, diferente.