Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

jueves, 21 de octubre de 2010

está viBrando



Una vela
que une
los mundos.

La luna,

la tierra.

Sentada
en un silencio
de plata,
abro la puerta;
cierro los ojos.

Se hacen visibles
los lazos.
Las magias.
Las atenciones.

Y todo comulga
un encuentro
ubicuo.
Una vibración
conjunta
desde espacios
distintos.

Allí está:
latiendo,
vibrando.

Es la ventana,
la mirilla,
el ojo
de la existencia.

Un hacer
paralelo
y constante,
que sigue
su rumbo.
Que une
las manos.


Mientras el mundo
pareciera
serle indiferente.