Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

jueves, 4 de febrero de 2010

amigO.-


Cruzamos el límite
de la forma.
Y esta ausencia
de estructura
nos alegra
tanto como enloquece.
Bañados
por un amor sin límite,
seguimos
cada cual
nuestro camino.
Cada vez más lejos.
Cada vez más cerca.
Signados
por el amor eterno.

Más allá de la piel.
Después de la piel.

Hermano luz.

Te quiero.