Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

viernes, 8 de enero de 2010

inSTANcias.-

Por momentos tu mano
se escurre
entre la mía.
Y se traza una distancia
insondable
entre sus bordes.
Por momentos
gritamos en silencio,
el grito que nos nombra
y nos destruye.
Que se abre
como una grieta
desde el pecho,
desde dentro del pecho;
desde más adentro.
Por momentos,
ese mismo grito,
nos construye.
Y entendemos que
siempre seremos
ese gritar.
Desgarrador.
Demoledor.
Generador.
Visceral.