Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

lunes, 18 de enero de 2010

sentIR en una tarDE espejo Solar.


Llegará el olvido
alguna tarde
impregnado por su
aroma
verde nilo,
y su pausa de montaña
-quietud de estanque-.
Me traerá envuelto
en su manto de cadencias,
la llave
y el acceso
a otros sentires;
forjando novedad
de renaceres.
Llegará el olvido;
lo presiento.
Su halo neblinoso
ya se acerca.
Hace un trabajo fino:
imperceptible,
alisando territorio
en mi morada.
Y cuando llegue arderán
estrellas grises.
Brillando plenas
aunque en cierta
penitencia.
Es que siempre existe
un duelo,
previo al parto.
Siempre hay
un despedirse
(para siempre),
antes de sembrar
nuevas memorias.