
Una estela luminosa
surca un espacio
de silencio.
Se abre un corazón,
y late
en carne viva.
Cruza, ese latido,
el umbral de lo tangible.
La estela se vuelve
sangre.
-Vena de barro luminoso.-
La sangre se vuelve impalpable.
Luz y latido
comulgan en silencio
en un nuevo universo.