Desde una llama humana y pasional, emerge el reflejo de nuestra propia sombra
-aquella que sin luz, no existiría-.

.:::. Hay quienes dicen que la verdadera luz es transparencia, por lo que no puede ser reflejada; ya que es todo y nada, a la vez .:::.

Este fuego humano, mundano y finito. Fuego denso, corpóreo. Peligroso y sustancioso: ES reflejo y REFLEJA. . .
Y es la huella de la transformación del ardor, causado por su espejada condición, la que va trazando el rumbo:
forjando el aprendizaje.

lunes, 4 de enero de 2010

__pensar.-

Cuando cada pensamiento ocupa su lugar,
Pensar es una danza

(Mikor minden gondolat a helyén van,
A gondolkodás egy tánc)

Poesía sufi de Eduardo Rózsa Flores
Eduardo Bähr